El juego de las estatuas, de Dafne Pidemunt

El juego de las estatuas




El juego de las estatuas


por

Inés Manzano



Este es un libro impiadoso. Ninguna piedad para la voz que lo sostiene, ninguna piedad para el lector. Todo el tiempo esa voz que se quiebra las piernas, que aúlla, que se despedaza, que sopla panaderos pero sin recordar la cábala y entonces se devora el hambre de su propia carne.

Esa voz, esa voz todo el tiempo, un hilito de voz, una nena, una huérfana que danza sobre la cuerda floja, sobre la soga tensa de su lengua que tuerce y retuerce los sentidos; y cuando calla, nombra; y escapa por el agujero de sus piernas; y recuerda canciones que nunca había escuchado. Ah... ¿La poesía era esto? ¿Huir hacia el peligro? ¿Acurrucarse en la intemperie de la nieve? ¿Descansar en el  horror?

Este libro es un lugar donde besar se besa sólo en la herida, donde el deseo es desalado y dulce pero extranjero y la muerte, una sombra en el espejo. Pero hay una música de aliteraciones para coser las alas allí de donde fueron arrancadas y retahílas donde persiste empecinado lo que no se ve.


Este libro es un cuerpo minado. Poemas donde merodea la ironía feroz que nos soplaba Thénon, donde suceden las batallas; campos donde se concentra el dolor de los golpes que nombraba Vallejo, donde la nena de papá y mamá se muerde el desamparo y nos obliga a vagar por el hospicio de ese dolor feroz. ¿Dónde está la que era yo, la que debí haber sido? Desde la edad más tierna muero bajo el ojo afilado de mi verdugo; sostengo el mundo que truena a mis espaldas. Y no hay respiro. Salvo, en el fugaz abrazo de la amada; salvo, en el precipicio de su voz; salvo, en el enfurecido amor de la poesía, en el vértigo de su voz.

De esta voz, no se sale indemne. De este libro no podemos salir sin habernos perdido antes, sin abandonarnos a las esquirlas de su sangre donde late lo que todavía nadie nos había dicho.

Poeta nacida de vientre judío

Ella no me ama a mí.
Ella ama mi palabra, mi juego.
Poeta nacida de vientre judío
le digo en idish cosas que no entiendo en castellano
lo que sea por otra noche en sus brazos
lo que sea por otro beso en mis pálidos labios.
-Querés palabras?-le dije.
Jamás se detuvo en las palabras que no podrían
nunca bucear por su sexo
como lo hace mi física lengua.
-Más poemas, pequeña!, Más poemas!-
me exigía cada noche al dormirse en mis brazos
-O se ama o se escribe.
Amor y literatura no deben tocarse-
Ella sabe y no le importa.

Poeta nacida de vientre judío..
Le invento palabras
en todos los colores, sabores y posibles conjugaciones.
Juego con la facilidad del lenguaje en mi lengua.
(siento el jugo derramándose en mi boca,
desde mi lengua poética hasta mi física lengua)

-Si querés un buen poema no me ames-
ella sabe y no le importa.

Y digo:
Me ama? y digo quién sabe y quién sabe qué.
Y digo: No me ama!
Y digo: Es hermosa!
Me salgo de ella
Me olvido de amarla.
Y....... ahhhhhhhhh
suspiro mediante
comienzo el poema
que diré esta noche. 

*    *    *    *    *    *    *
http://edicioneslamariposaylaiguana.blogspot.com.ar/2013/05/dos-poemas-de-dafne-pidemunt-traducidos.html

http://edicioneslamariposaylaiguana.blogspot.com.ar/2012/10/la-avidez-del-silencio-de-dafne-pidemut.html

Dafne Pidemunt
Dafne Pidemunt nació en Buenos Aires en el año 1977. Realizó estudios de cine en la Escuela Municipal de Cine y Video de Lomas de Zamora. Participó de diversos ciclos literarios. Realizó tallerres de escritura en La Casa de la Poesía. Tiene publicado El juego de las Estatuas, 1 ed. YUGEN, 2004. Actualmente está preparando su segundo libro «La avidez del Silencio», estudiando el profesorado de castellano, literatura y latín en el Instituto Superior J.V.Gonzales y dando clases de escritura creativa.