Delta, de Fedra Spinelli

Delta, de Fedra Spinelli

Sobre "Delta" de Fedra Spinelli:

En este libro los hechos se superponen, la cronología (que “nada explica”), aparece compactada y en fragmentos, con la confusión de los que no comprenden lo que tienen en las manos. Y sin embargo hay una progresión de viaje que también es un viaje adentro, que se multiplica, se ramifica como un delta sin dejar de formar parte de un mismo río: los empuja una misma corriente.
Entonces, está el viaje físico al Delta del Paraná, el viaje interno, el viaje soñado por otros, que brindan los libros.
 Lo “salvaje”, “eso, lo inevitable”, que desborda e irrumpe puede verse a lo largo de todo el poemario. Está en lo cotidiano, a pesar de las listas de hacer las compras, en la cabaña del Delta, en la propia sombra junto al río. Entre el miedo y la fascinación, no se comprende lo que arrastra el fondo, todo es opaco. El movimiento es simultáneamente una huída y una búsqueda: “irse para encontrarse”. Un pedacito de tierra, una isla, la metáfora del cuerpo, algo que funcione como ancla frente a la deriva del sentido, la deriva de las aguas, la metonimia que hace de los cuerpos objetos inanimados en la corriente.
 “La pregunta sobre el amor, llevó a la pregunta sobre el ser”, dice Fedra. Sólo que el verbo ser casi no aparece en todo el libro y el que no deja de reiterarse es el verbo “estar”. Tal vez porque la existencia no se comprenda más que estando, en los lazos que se tejen con la palabra del otro -“entonces, lucha”-, dice el padre y hay algo que se detiene y hace pie. 
Leticia Hernando




(fragmentos de Delta)


Adentro

El cuerpo ese pedacito de tierra, alrededor. Emoción, río que fluye, calma a primera vista.
Una soga en el fondo que se lleva los objetos, personas, embarcaciones, fuerza agazapada bajo la calma, hambre escondida en la profundidad del cauce.
Busca algo en la profundidad. Algo que la corriente no puede arrastrar.
El cuerpo es atisbo de raíz, parentesco con el árbol.
Algo escondido en los pliegues de los años, del zumbido en los oídos.
Algo añejo, ancestral, del origen en el fondo de la lengua, donde nadie puede ver lo silencioso marcando el pulso de la respiración, las enzimas trabajando, la savia distribuyendo vida.
La isla abre un pliego y muestra la supervivencia.
La pregunta sobre el amor llevó a la pregunta sobre el ser.
En un tren hay cientos de personas. Nos iguala la situación de viajantes, solo eso.
Irme para irme, irme para encontrarme.
*

La mujer está exhausta, a pesar de su cansancio se levanta temprano y va a hacer las compras. No siempre es bueno empezar por el principio. La cronología nada nos dice.
Ella está sentada en el muelle, escucha el agua golpear la madera. Esta rodeada por dos perros. Cerca cuerpo perruno contra cuerpo de mujer, muy cerca. La sombra, de haberla, nos mostrará que son uno. En el tiempo que dure la estadía del río serán unidad. Mujer y perro, cuerpo y sombra.


*
"Tiempo atrás, en un tiempo ya olvidado, ella había imaginado África. Lo salvaje en lo cotidiano. El olor a África en las papilas. Ir de polizona, de fotógrafa, como quien espía la vida exuberante. De alguna manera, aunque sea como ladrona, ser parte, tomar instantes, colores, huellas."



"La corriente arrastra objetos, los manipula, los moldea, los transporta, los pasea. Ella decide esos destinos de cementerio para hojas, ramas, botellas, restos de casa o embarcaciones, cosas que la gente abandona.

Ella pensó que hay dos tipos de objetos, los que flotan y los que se hunden. Mientras ve el agua discurrir, crecer, subir la costa y avanzar a tierra. Masa duplicada (aumentada) de agua por la lluvia. Mientras observa el brillo sinuoso de esa danza que hace el río. Intenta hacer una lista de lo que queda en la superficie, lo liviano; y lo que se sumerge, lo que pesa. Trata de descubrir si lo que flota está vivo y lo que se hunde muerto. Pero no puede, no le sirve ese pensamiento. Le preocupa no poder saber qué tipo de cosa es ella. Si se va a ir al fondo o va a rodar a la deriva. Pero ve que el fondo también es una deriva, que si se hunde está viva, que el peso de algo se define en la corriente."



Fedra Spinelli
Fedra Spinelli, nació en Buenos Aires, Argentina, en noviembre de 1970. Es poeta y periodista. Exploró también por la antropología, brevemente por artes combinadas. Hizo teatro, performances, danza y fotografía. En poesía tiene publicado «Vietnam» (edición artesanal) «Digo bosque y otros poemas» (ediciones del Dock).
su blog es cotidianapoesia.blogspot.com

XXVIII Encuentro Nacional de mujeres -San Juan, 2013


Post-cierre del ENM, un pequeño balance de la mariposa y la iguana.

Mujeres Trans y Manifesta feminista contra la megaminería

En primer lugar festejar que finalmente se haya abierto el taller de mujeres trans y que haya sido un éxito, por la calidad de los debates y la cantidad de participantes; después de tanta discriminación y negarles la participación (nunca comprendimos, si el encuentro somos todas y es horizontal, quién se arrogaba la autoridad de decir vos sí, vos no). Como dijeron el lunes en las conclusiones –contestando a ciertos rumores malintencionados-: Este taller vino para quedarse. Bienvenidas.


Aplaudir y acompañar la Manifesta Feminista contra la megaminería; el escrache y la marcha del sábado 23 contra el saqueo de nuestros territorios por parte de las transnacionales Barrick Gold, Chevron y Monsanto. No olvidemos que por la megaminería San Juan se está quedando literalmente sin agua. Habrá que seguir coordinando acciones. En los talleres de Mujer y Medio ambiente fueron muchísimas las denuncias de persecución y violencia contra la población civil por parte de las fuerzas policiales, fuerzas que están armadas y son públicas, además de las patotas privadas, que están protegiendo el avance de las transnacionales en connivencia con el estado.


 

Las dos plazas y el camino de los libros


Desde que empezamos a participar de los encuentros vimos que hay mucho y muy importante sucediendo por fuera de las comisiones y talleres cuyos debates lamentablemente suelen verse jaqueados por el proselitismo político y/o religioso de algunas compañeras que olvidan que se va a debatir e intercambiar ideas y vivencias, proponer acciones y pensar estrategias.

Por fuera están las plazas como puntos de encuentro. La feria norteña y pintoresca, junto a la mayoría de los partidos de izquierda, se acomodó se acomodó en la plaza principal, la 25 de mayo, frente a la iglesia. Las dos veces que la caminamos, no sé por qué, volvimos con la imagen del silencio.

Pero hubo otra plaza, un poco desplazada del centro, la plaza Laprida, que bullía de activismo, mujeres autoconvocadas y autogestión, con una radio abierta (para ir al link de la radio: http://www.rednosotrasenelmundo.org/). Allí parchamos con los libros de la editorial. De todos los encuentros, lazos e intercambios que hicimos, vamos a recordar la Mesa de feministas latinoamericanas que tuvo lugar en la radio abierta; y una anécdota que nos dio mucha alegría: las chicas de Mumala  -mujeres de la matria latinoamericana-, La Plata, habían estado pasándose un libro publicado por nosotras -¿Qué es el feminismo de la diferencia?, de Victoria Sendón de León- que había adquirido una madre en algun momento en alguna feria del país.

Por último, hubo una plaza más: las Mujeres con Cristina y otras agrupaciones del oficialismo congregaron aparte, solas en una tercer plaza, España, y así marcharon. Según nos dijeron, para evitar choques con los partidos de izquierda. Es una lástima que el partidismo genere esta fractura.


Una postal de la marcha

“¡Alerta! ¡Alerta! Alerta que caminan
mujeres feministas por América Latina…”
“¡Alerta! ¡Alerta! Alerta que caminan
mujeres feministas por las calles sanjuaninas…”

La marcha fue una inmensa ola de mujeres y banderas de todos los colores y consignas, tetazos y cantos varios que parecía no tener fin. Fueron pocos los sanjuaninos locales que salieron a la calle o se asomaron a ver la marcha (dicen que los medios locales y la iglesia estuvieron agitando los ánimos contra el encuentro, difamando y tergiversando… pero no es algo nuevo, ha pasado todas las veces anteriores; que muchos se han ido de la ciudad por miedo, para no recibirnos; que todas las iglesias cerraron sus puertas y no dieron misa en todo el fin de semana). Fueron pocos pero fueron. A lo largo de toda la marcha hubo gente aplaudiendo. Nos quedamos con la imagen de una anciana aplaudiendo atrás de la ventana, o un grupo de chicas adolescentes, encerradas tras de las rejas de la casa porque obviamente nos las dejaban salir, pero riendo y aplaudiendo con la imagen de la felicidad en la cara. Y con el canto: “Mujer, escucha, únete a la lucha”.

Y con otra imagen que nos impactó muchísimo: en un momento la marcha pasó frente a la Dirección de la mujer, y unas chicas se encaramaron y tacharon la palabra dirección, escribiendo arriba “liberación”. Un chiquito de 8,9 años en la vereda de enfrente que había salido con su familia a mirar pasar la marcha, se agarraba la cabeza, miraba como tachaban la palabra dirección y escribían arriba y se agarraba literalmente la cabeza, con las dos manos. Cuando terminaron de escribir la palabra “liberación”, se le dibujó una sonrisa y empezó a aplaudir. Con firmeza, empezó a aplaudir.

Agresiones y violencia de género

La camarera que nos atendió el domingo, después de la marcha, a quien el encuentro no le interesaba particularmente -¿Por qué se vienen a quejar acá?, nos increpó al principio y por suerte pudimos terminar hablando de una forma piola, cuando le comentamos que había muchos talleres de reflexión, 58 en total, como ser trabajo precarizado, redes de trata, violencia de género, abuso, etc. Nos terminó contando el siguiente caso: hace unos años un tipo llegó al hospital con una beba incrustada en el pene, tapada con una sábana. El policía que lo recibió le pegó un tiro en la cabeza, y como no puede ser de otra forma, está preso.

Al otro día, ya saliendo camino al cierre del encuentro, nos quedamos charlando con la casera, la Vero, que nos había recibido muy bien. De los comentarios de la radio, que nos estaban defenestrando de una forma espantosa y sexista, y pasamos a la historia personal: había sido golpeada durante 17 años por su exmarido con el que tuvo varios hijos. Uno se le había muerto. Contó que una vez, con la cara totalmente desfigurada, los ojos que ni se veían, decía, se fue y caminó durante horas con una hija en brazos hasta la casa de su familia. Logró dejar a su ex marido y rearmar su vida. Decía que tras muchos años de ser atendida por una psicóloga comprendió que no se merecía los golpes. Pudo salir. Contó también que su padre había sido golpeador, que pasó su infancia debajo de una mesa. Que ella pudo modificar la historia pero que ahora veía a su hija repetirla.
Nos enteramos también que a la noche había llegado una chica con un bebé en brazos, caminando. Se había unido espontáneamente a la marcha. Su marido la golpeaba y no la dejaba ir. Así que no podía volver porque la iba a desfigurar. Los colegios donde nos estaban alojando están alejados del centro. La chica llegó caminando para pedir ayuda. La casera la acompañó hasta que llegara el padre a buscarla.

Llegamos tarde al cierre pero esta charla bien pudo haberlo sido.

Ya de regreso a Baires nos enteramos que ese mismo lunes habían apedreado a varios ómnibus cuando salían de los colegios, una hospitalizada, que a dos chicas las habían golpeado en la calle. Fueron civiles no identificados, pero obviamente las agresiones fueron producto de la violencia y el desprecio naturalizado contra las mujeres, chicaneado y exacerbado por los medios locales y la iglesia con discursos que parecen salidos de la inquisición… En una provincia que, no olvidemos, no aplica la ley de educación sexual y enseña religión en los colegios.

Nos volveremos a encontrar el próximo año, en Salta.

Una historia de amor muy espacial

Una historia de amor muy espacial de María Laura Sabino


(...) En el caso de este cuento que escribió María Laura, lo más especial es que el amor no es como en La cenicienta una cosa que sucede entre un príncipe, que es un hombre, y una muchacha que anda por la noche en una carroza que se convierte en calabaza. No. Acá el amor es algo hermoso que pasa entre una estrellóloga llamada Lucrecia y una persona muuuyyyyyyy maravillosa cuyo nombre es… ¡Ana! Sí, Ana que es un simple y precioso nombre que rima con mañana, con bandana y con lo que se me da la gana (...)

Paula Jiménez España
desde la república de Prolongantina



ilustraciones de "Una historia de amor muy espacial":  Andrea Toledo

rescate: la presentación de Pollera Pantalón de Paula Jiménez España






En este link pueden leer uno de los cuentos de Paula Jiménez España: El ángelus

Y a continuación pueden leer el texto de Mayra Leciñana que leyó en la presentación.


Hay textos que irremediablemente son de lectura silenciosa, para adentro, repercuten en nuestra corteza cerebral; otros pueden leerse en voz baja, susurrante, porque van directo al corazón; y otros que en voz alta se lucen, brillan, estallan, ante un público que de a poco se entromete, se sonríe o se ríe desvergonzadamente y participa de la fiesta.
Algunos de los siete cuentos de este libro, doy fe, que son de esta naturaleza.
Por eso estoy aquí, por haberme reído.

Pollera Pantalón, cuentos de género.

Por dónde comenzar?

.- Primera Entrada
Directo al primer cuento. Mariquita Sánchez. El comienzo:

Esperaba a Vicente a las cinco, pero eran las cuatro de la tarde cuando tocaron la puerta.  Le pedí a mi criada que abriera y sin abandonar la amabilidad fuera lo más expeditiva posible con la inesperada visita.   

-¿Se encuentra la Señorita Mariquita? –preguntó una voz desconocida.

-La están bañando –contestó Erminda.

-¡Oh! -exclamó, segura de haber importunado–  Yo soy Lucía Thompson, la luthier. Vine a calibrar el piano ¿son las cuatro, verdad? Habíamos convenido este horario, usted dirá ¿espero o vuelvo después?

-Vuelva des...

-¡Qué se quede! –la interrumpí a los gritos desde la bacha.

Con todos los preparativos, me había olvidado por completo.  Durante años esperamos ese día con más ganas que aquel otro en el que derrocamos a Cisneros y lo único que faltaba era que, llegado el momento, el piano estuviera desafinado.  

Algo ahí ya hace gracia. Mariquita. Figura emblemática de nuestra escolaridad patriótica. Su mismo nombre es polisémico. (..Mariquita, ...mariquita) Pero vayamos a los hechos. A Mariquita la están bañando.

Busco en los libros de historia y encuentro:
“cuenta Santiago Calzadilla en Las beldades de mi tiempo que el aljibe más lujoso se encontraba en la calle del empedrado (Florida 87) y era el de Mariquita Sanchez de Thompson.
Durante el frío invierno porteño, los baños  eran muy escasos y se utilizaban tinas que las esclavas llenaban con agua que calentaban en los fogones. El mismo agua era usada por toda la familia, comenzando por el padre, madre, hermanos (por edad) y luego hasta los criados! El vocablo enaguas viene de allí, ya que las damas se bañaban en las tinas, con “enaguas”  livianas para no mostrarse desnudas frente a sus criadas, que las frotaban con  jabones y perfumes traídos de Europa”.

Fin de esta búsqueda al margen.

Estamos ante algo que descoloca, aunque sea históricamente documentado.
Veamos... “a los gritos desde la bacha”. Hay algo que hace y no hace ruido al mismo tiempo. ¿“bacha”?  ¿De qué bacha está hablando? Nadie se baña en una bacha. La bacha es la pileta de lavar en la cocina o el receptáculo que oficia de lavatorio. (y aunque curiosamente “bacha” no está en el diccionario de la RAE ni el de Clarín, se impuso, en los 90 –pero de nuestro siglo, XX). Una casi prócer en el baño da un poquito de pudor, a los gritos desde la bacha...yada vergüenza ajena. Quizá “bacha” tiene un tufillo que suena antiguo, colonial.Bacha/ váter, ... aunque éste es el excusado, por ahí son lemasque suenan castizos...en fin, la bacha donde “la bañan”. Quizá la ch es graciosa en general (bacha rima con bombacha, palabra graciosa si las hay... ). La forma“correcta”podría ser bañera, ó tina, artesa, hasta barrica pero ...bacha?.
Lo “correcto”no es gracioso, y acá hay un desparpajo juguetón que descoloca un poco la mandíbula. Al menos la nuestra.

¿Es literatura de humor?

.- Segunda entrada

El libro tiene título y subtítulo.

Pollera pantalón, cuentos de género.

Los leamos...Siete cuentos.
Los leemos. Sí. Como su juego semántico lo indica, pollera pantalón son cuentos “de tela”. De mucha tela para cortar: mantos de vírgenes, enaguas, miriñaques, hojas de parra para tapar desnudeces.
Hay quienes (hay personajes que) se amoldan a los trajes y otras y otros que no necesitan trajes (“porque en el paraíso no hay vestimentas” dicen Adán y Eva). O hay trajes que se mimetizan adaptándose a las personas (como la pareja de las Marys inglesas que, en su simbiosis, las ropas mismas son las que se intercambiany se acomodan a los cuerpos, más allá de la voluntad de ellas). También hay extrañas parejas que se travisten alternadamente (Levy- Lilith y Elloise-David).
Entonces Pollera pantalón, cuentos de género, trata de vestimenta, sí. De vestidos. Y de travestidos. Es decir, de géneros y géneros y por qué no, de degenerados.

¿Es literatura de género?  ¿o de sexo / género?

Qué dice el propio texto del asunto“pollera-pantalón” en el cuento que lleva ese título:

Desde entonces, las palabras “pollera (pollería, polla, pellizcón)” y “pantalón (pantano, tampón, espanto)” quedaron unidas en su memoria como si fueran una sola. [...]
Freud le preguntó “¿Qué es una mujer?”.  Y ella, en lugar de responder “no sé”, como venían haciéndolo todas, contestó:
“una mujer es una madre que es una secretaria que es una pollera que es un pantalón”. (fin de cita)

¿Hay un privilegio del significante...?
¿Es literatura del absurdo?

.-  Tercera entrada al libro:
Quizá por un final. Los laureles. (que supo conseguir). A ver:
El cuento “Mariquita Sánchez” ganó un premio en el año 2007, el 2do. premio Hegoak, de “relato corto lgttb” en el país vasco.

¿Es literatura de género, de sexo/ género y../o.. es literatura lgttb?

Se suele pensar que los recortes por un sesgo identitario, en este caso “literatura lgttb”  pueden ser problemáticos porque aíslan del ambicioso, aunque impreciso, cauce de la “literatura a secas”. Sin embargo a veces embanderarse en algún rasgo común – literatura latinoamericana, literatura joven, o literatura gay...– transformarlo en una “política de identidad”, da “visibilidad” y existencia a colectivos ninguneados.

Un hecho singular en las escritoras de la última década en Argentina ha sido la irrupción de heroínas ostensiblemente lesbianas o, de mínima, más o menos bisexuales, El niño pez, de Lucía Puenzo, Me encantaría que gustes de mí y Dame pelota, de Dalia Rosetti, No es amor, de Patricia Kolesnicov, La intemperie, de Gabriela Massuh,  La niña guerrera, de Laura Ramos, La virgen cabeza de Gabriela Cabezón Cámara.
Ahora podría agregar: Pollera pantalón se suma al círculo, aunque con sus singularidades.Los textos de Paula Jiménez -también los de Dalia Rosetti- presentan un mundo sobresaturado de mujeres, quizá un poco estrambótico, un universo donde el lesbianismo y ciertas prácticas que podríamos ver como queer, son radicalmente naturalizadas y van creando sus propias reglas de verosimilitud.

En las narraciones de Paula Jiménez no hay teoría de género explícita, ni reivindicación política del movimiento homosexual, ni escritura femenina en la línea canónica de la introspección, ni tampoco de la “sensibilidad corporal femenina”. Sin embargo, ellas los nombra: cuentos de género. Y a su vez, los manda a un concurso de literatura lgttb. Todos gestos de posicionamiento político.
Igual cabe preguntarse ¿y si la sigla LGTTBI son solo perlas unidas una tras otra - ad infinitum- por un hilo que podría cortarse por lo más delgado?. Algunas de nosotras pensamos que podríamos perder algunas caperucitas en el bosque.
Y es más ...a algunas nos da curiosidad saber si el primer premio fue para un cuento G ( temática gay masculina). Y si había 3r premio y si fue para algún cuento T. (trava/ trans).

Llamativamente en las antologías de literatura homosexual -como advierte el reconocido crítico Daniel Balderston- la “presencia de textos de temática lesbiana es mucho menor que la de textos masculinos gays”. La literatura argentina de temática lésbica está saliendo a la luz pero la crítica literaria mayoritaria todavía no ha recogido el guante, y si habla de homosexualidad, en general está hablando de estéticas gay (masculina)s. ¿Podríamos ver a las lesbianas como “el segundo sexo homosexual”?

A propósito, textos aparecidos en los últimos tiempos sorprendieron por su radicalidad ya desde los ostentosos títulos El mendigo chupapijas, de Pablo Pérez, Pija, birra y faso de Joshua, Todos putos de Esteban Garcia , Mar de pijas de Alejandro Quesada.  (La pija que los parió... qué arrogancia no? Se ve que la pija pica en punta, ¿es literatura “soy lo que soy”? o es: “¿pija ó muerte?”ó “pija, luego existo”... Las españolas dirían: “ojo,...tanto mirársela,...que no se les haga de la picha un lío”.
Esta disrupción es un poco provocadora, pero ya que hay un moderador le quiero dar pie a su intervención, o una mano).

En fin:
Sí, los relatos de Paula Jiménez juegan como literatura de humor, literatura de género, literatura del absurdo, y en ese cóctel residiría el germencreativo de las ficciones de Pollera Pantalón.

En los tres primeros cuentos, bajo el apartado Identidad, se revisitan en clave paródica tres hitos históricos, (uno patriótico, “Mariquita...” y la creación del Himno nacional, un hito cristiano: la Anunciación a la Virgen María, “Angelus”;  y otro -judeo-cristiano-, la creación de Adán y Eva y la expulsión del paraíso, en el cuento “Eva en el planeta).

La parodia es la llave de entradapara una interpretación nueva, subversiva de figuras archi –conocidasde mujer. Aquí la parodia afecta tanto al plano ideológico como al plano formal. La narradora, la propia Mariquita en su cuento, utiliza un vocabulario que alterna referencias exageradamente coloniales (“Que no hable, por dios y todos los virreyes”) o ridículamente patrióticas (“solíamos hablar de temas que, él suponía, podían interesarme: mazamorras, himnos, costura de escarapelas”), con expresiones del habla coloquial actual (Mariquita se describe a sí misma:“como una chica joven todavía...” o habla de su“living”).
Estos anacronismos así como la confusión en cuanto a Vicente López y Planes -autor de los versos del himno- que aparece como músico (función que en verdad cumplió Blas Parera);o la delirante historia del señor Thompson que apellidó amuchosindigentes del momento, muestran un desparpajo deliberado que le da dimensiones lúdicas. Tiene reminiscencias del César Aira de La liebre, por si alguien lo leyó. Pero la apuesta va también por otro lado.  La tarea deafinar boleadoras, que despliega Lucía Thompson esun contrasentido disparado, un audazoxímoron con connotaciones socio-sexuales.

En cuanto al relato “El Angelus”,  el abuso de hipérbaton así como de pronombres enclíticos parodia en estilo,el español del siglo de Oro “Dormía yo, envuelta en edredones. Tanto frío hacía. Pero el calor llegábame si por las noches recordábalas a ellas e incurría en silenciosas masturbaciones que a nadie molestábanle. [..]. Por eso, más que nada, valoraba la soledad de mi cuarto y enojóme la aparición de un ángel que, con buenos argumentos, queríame convencer de cosas que no eran”.

En esta serie histórica por su parte “Eva en el planeta” parece remitir a viñetas; a los dibujitos en un comic. Las acciones se suceden vertiginosamente. Es la casualidad que decide el curso de la acción y diseña las peripecias de los personajes. Hay algo de frescura juvenilista que apunta al gag inocente y porrero.
Pero estas estilizaciones sostienen la gran parodia que es ideológica. Jiménez se zambulle en esos mojones del pasado y les cambia el signo para revelar en Mariquita, en la no Virgen María, y en Eva un deseo lésbico intensamente natural, claro y corriente.

En el apartado siguiente –Vínculos- aparecen dos cuentos de ambiente “Oscar Wilde” o “Dolly Skeffington”, es decir, tardo -victoriano. Y aquí es donde encontramos una implosión lésbica.Porque si implosión es (RAE) “acción de romperse hacia adentro con estruendo”en un relato como “Pollera pantalón” parece estallado el sistema sexo, género y orientación sexual. Los seres son sexuales, tanto como lo era el Orlando de Virginia Woolf, es decir, hay sexo y hay sexualidad,pero lo importante son los vínculos.
Las subjetividades sexo-genéricas son inestables, algo así como que la mona vestida de seda ya no es mona.Es decir que el hábito, por fin, hace al monje. La extraña pareja de un señor que caza alfombras de osoque se traviste de mujer y que es capaz de cortarse su “hace pipí” para dar gusto a su amada que es una mujer que prefiere vestirse como varón, no tiene nominación.“No faltará quien diga de mí que me he convertido en una lesbiana, pero me importa un bledo y además, en cierto modo no estarán tan desacertados”.

En el siguiente texto (Un parto) también los ropajes se mimetizan adaptándose a las personas (esa pareja inglesa de las dos Marys, que en su simbiosis, las ropas mismas son las que se intercambian más allá de la voluntad de ellas y esas ropas se con /forman a los cuerpos).

El mundo narrado es un mundo otro, extraño, irracional que pone a prueba con liviandad algunos intocables.¿No es un gesto queer estar abierto a la diversidad, a no definir el género de una persona en función de sus genitales, a cuestionar las jerarquías, el modo en que nos presentan el mundo?Los relatos de Jiménez son ejercicios festivos que desenmascaran las convenciones de género.

Por último hay dos cuentos más, pero lo que pienso es secreto.

Gracias por invitarme y gracias por vuestro tiempo.

Mayra Leciñana


Para el orden de la orden de Anna Pinotti




Para el orden de la orden
la mariposa y la iguana invita:


PARA EL ORDEN DE LA ORDEN
de ANNA PINOTTI


presenta:
Andrea Pineda


viernes 12 de julio
20 hs

Casa Brandon
Luis María Drago 236





 "Puedo abortar sin desangrarme. 
La escenografía es gris con el horizonte intenso cuando la corriente arrastra mucho más de lo que muestra la superficie. 
Freno pegada al cordón. Dejo que pasen." 
"Inhumana./Festejo atrás del verbo las partes y la/ diferencia de género que no genero"



La forma de lo que limita cambia con el impacto. El cuerpo se debate y se revela en sus orificios. Como un orden que se carga y se descarga, esos poemas arremeten contra los vidrios tras los cuales los humanos duermen, licenciados como dios.
Andrea López Kosak


   "Al medio. Entre los ojos." 


Una constante recorre el nuevo libro de Anna Pinotti: eso que no termina de nombrarse ni de escribirse, eso que se instala de a ratos en la ausencia,  que apunta y hace agujero.  Dos disparos certeros hacen de un hueco dos. Dos agujeros. En un vidrio a fondo negro. En tapa y como para arrancar (...)
Andrea Pineda



"No supe tirar de ese cordón a tiempo. El nudo es la dermis ahora. De adentro hacia afuera una terminal concreta. Trastoco. La respiración abajo del agua creyendo adaptarme al medio. Y no llego a comprender el asco que me provocan los pájaros." 


¿Qué define qué es humano y qué no?  ¿Qué experiencias están dentro de lo posible, de lo pensable? ¿Qué define los límites del género, del cuerpo? ¿Qué sucede con este cuerpo (físico pero también del texto) cuando no se comprende dentro de los marcos de la ley?

Acá hasta los pájaros dan asco. Fragmentos, girones atrapados en la hoja de la cuchilla ¿normalizadora? de la ley. Tal vez por eso el texto termine con una amputación: allí donde el sistema y su lenguaje agarra el cuerpo y no lo suelta, es decir el órgano productor, habrá que cortar por lo sano.

Texto experimental. Difícil. Intenso. Porque ataca los fundamentos del sentido, no se puede encontrar en ninguna forma: hay una progresión de imágenes que hacen recordar a un guión cinematográfico; evita la numeración de las páginas ubicando en su lugar una barra de progreso que se va cargando hasta el límite; la caja del texto de la prosa está comprimida y en continuo desplazamiento respecto de los ejes que marcan el centro de la hoja sin terminar de encontrar su lugar; porque experimenta con la forma, se podría decir con ligereza que pertenece a la poesía, pero no hay que confundir, su búsqueda no pasa ni por la belleza ni por el canto (que en última instancia tocan sin modificar nada).

La maravillosa poeta uruguaya, en este último libro, ataca por todos los flancos.

"Dudo de la gravedad que me hace al suelo. ¿Podría nadar en la misma olla donde hiervo las manzanas?" 



Anna Pinotti

Nació en      Montevideo, Uruguay, en 1973.
Publicó: Cataratas. Colección, El Don Vedado, Editorial Yügen. 2004. Obtuvo la beca Antorchas.
Para el orden de la orden, Buenos Aires, Argentina, Ediciones la mariposa y la iguana, 2013.
Qué cuerpo para qué momento, Buenos Aires, Argentina, Colección de ensayos praxis, Ediciones la mariposa y la iguana, 2013.
De mala gana, Buenos Aires, Argentina, Ediciones la mariposa y la iguana, 2015
Actualmente reside en la ciudad de La Plata, y coordina espacios de investigación y experimentación poética.

Dos poemas de Dafne Pidemunt traducidos al francés



traducido al francés por Cecil Guivarch

Dafne Pidemunt
Me hacen madre en la noche
Sus juegos despedazan mi ombligo
roto el cordón umbilical
ningún juego es posible
pero mis padres son muy niños aún.
Mamá y papá nunca entendieron
que eran ellos quienes jugaban en mi infancia
que era yo quien se desvelaba en las noches
quien los tapaba al dormir
y les cantaba.


          Ils me font mère dans la nuit
          Leurs jeux mettent en morceaux mon nombril
          rompu le cordon ombilical
          aucun jeu n’est possible
          mais mes parents sont encore des petits enfants.
          Maman et papa n’ont jamais compris
          que c’étaient eux qui jouaient dans mon enfance
          que c’était moi qui se réveillais la nuit
          qui les bordais 
          et leur chantais pour s’endormir.

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El Juego de las estatuas,
2º ed.2011, la mariposa y la iguana; 1º ed. 2004, Yugen
Ella no me ama a mí.
Ella ama mi palabra, mi juego.
Poeta nacida de vientre judío
Juego con una religión desconocida
Le digo en idish cosas que no entiendo
En castellano.
Lo que sea por otra noche en tus brazos
Lo que sea por otro beso en mis pálidos labios.


— Querés palabras ?-le dije
Jamás se detuvo en las palabras que no po-
drían nunca bucear por su sexo
Como lo hace mi física lengua.

— ¡Más poemas pequeña !, ¡Más poemas !-
me exigía cada noche al dormirse en mis bra-
zos

— O se ama o se escribe.
Amor y literatura no deben tocarse-
Ella sabe y no le importa.

Poeta nacida de vientre judío

y ah, suspiro mediante
comienzo el poema
que dire esta noche




          Elle elle ne m’aime pas
          Elle aime mes mots, mon jeu.
          Poète née d’un ventre juif
          Je joue avec une religion inconnue
          Je dis en yiddish les choses que je ne comprends pas 
          En castillan.
          Tout ce que tu veux pour une autre nuit dans tes bras
          Tout ce que tu veux pour un autre baiser sur mes lèvres pâles.

          — Tu veux des mots ? lui dis-je ?
          Jamais elle ne s’arrêta aux mots qui ne pour-
          raient jamais plonger dans son sexe
          Comme le fait ma langue physique

          — Encore des poèmes petite ! Encore des poèmes !
         Exigeait-elle chaque nuit en s’endormant dans mes bras

          — Ou on aime ou on écrit.
          Amour et littérature ne doivent pas se toucher.
         Elle le sait et ça ne lui fait rien.

          Poète née d’un ventre juif

          Ah, je soupire
          tout en commençant le poème
          que je dirai cette nuit 


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